La NASA y la NOAA informaron el 16 de octubre de 2024 que el Sol entró en la fase de máxima actividad de su ciclo de 11 años. Un comunicado difundido por ScienceDaily explicó que durante esta fase, conocida como "máximo solar", se incrementa el número de manchas solares y erupciones.

Jamie Favors, del Programa de Clima Espacial de la NASA, señaló que el incremento de erupciones ofrece una oportunidad para estudiar nuestra estrella, aunque también puede afectar a satélites y comunicaciones. Elsayed Talaat, de la NOAA, añadió que el pico exacto se sabrá cuando la actividad comience a disminuir de forma sostenida.

La nota recordó que en mayo de 2024 se registró la tormenta geomagnética más fuerte en dos décadas y adelantó que la NASA y la NOAA preparan nuevas misiones para estudiar el clima espacial. Entre ellas destaca el acercamiento de la sonda Parker Solar Probe en diciembre de 2024, que ofrecerá datos para mejorar la predicción de tormentas solares y proteger las misiones Artemis y la infraestructura en la Tierra.

Durante las Reuniones Anuales de 2022 del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, celebradas el 16 de octubre de 2022, los directivos alertaron de una combinación inédita de crisis. La nota explica que la pandemia, las tensiones geopolíticas, la inflación, los altos precios de los alimentos y la energía, el cambio climático y la guerra en Ucrania convergen para frenar el desarrollo de los países más pobres. El presidente del Banco Mundial, David Malpass, señaló que estos factores están creando una "crisis del desarrollo", ya que millones de personas han caído nuevamente en la pobreza y la desigualdad se agrava.

La entidad subraya que el aumento de la deuda pública limita la capacidad de los gobiernos para invertir en salud, educación o infraestructura. Para los países de ingresos bajos y medios, los mayores costos de financiamiento se suman a la presión de la inflación y al encarecimiento de los alimentos. Las economías emergentes también sufren la subida de las tasas de interés en Estados Unidos y Europa.

Los expertos reunidos en el evento advirtieron que sin una acción coordinada se corre el riesgo de perder décadas de avances en reducción de la pobreza. Propusieron reformar el sistema financiero internacional para dar más voz a los países en desarrollo y aumentar los recursos destinados a la adaptación al cambio climático. También instaron a evitar restricciones a las exportaciones de alimentos y a reforzar la seguridad alimentaria global.

El artículo concluye que la recuperación mundial depende de la voluntad política de los países ricos para ayudar a los más vulnerables. El Banco Mundial llama a los gobiernos a cooperar en vez de competir y a poner el bienestar de las personas por encima de intereses geopolíticos.

Fuente original: https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2022/10/16/world-bank-imf-annual-meetings-development-crises

Una nota de Reuters del 15 de octubre advirtió que la paralización parcial del gobierno federal de Estados Unidos, que llevaba dos semanas, podría costar a la economía hasta 15 mil millones de dólares por semana en pérdida de producción. La cifra fue divulgada por un funcionario del Departamento del Tesoro, quien corrigió al secretario Scott Bessent: éste había estimado erróneamente un impacto de 15 mil millones de dólares al día. El ajuste metodológico pretende clarificar el verdadero alcance de la crisis fiscal.

En su declaración, Bessent señaló que el cierre está recortando “hasta el músculo” de la economía estadounidense y pidió a los demócratas que “sean héroes” uniéndose a los republicanos para poner fin a la paralización. El funcionario también afirmó que el déficit fiscal fue menor en el año fiscal 2025 y que el auge tecnológico e inversionista es sostenible, con lo cual intentó tranquilizar a los mercados en medio de la incertidumbre presupuestaria.

El reporte destaca que la paralización afecta a millones de empleados federales, contratistas y usuarios de servicios públicos. Economistas citados por Reuters advirtieron que prolongar el cierre podría desacelerar la recuperación económica y dañar la confianza de consumidores e inversores. Por ello, diversos actores políticos presionan para aprobar un presupuesto que reabra las dependencias federales y evite daños mayores.

La noticia concluye señalando que las negociaciones continúan en el Congreso, aunque las posturas siguen polarizadas. El costo económico y político del cierre podría incrementarse si no se alcanza un acuerdo en los próximos días, lo que aumentaría la presión sobre los legisladores para encontrar una salida a la crisis.

Un comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos divulgado el 15 de octubre relató la reunión que sostuvieron en Washington el secretario de Estado Marco Rubio y el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente. Ambos funcionarios evaluaron los avances del Grupo de Implementación de Seguridad Estados Unidos‑México y acordaron profundizar la cooperación para enfrentar amenazas comunes como el tráfico de fentanilo y armas, así como desmantelar organizaciones delictivas transnacionales. La conversación subrayó la importancia de la asociación entre ambos países para mantener la seguridad regional.

Además de la seguridad, los secretarios discutieron la necesidad de fortalecer la vigilancia fronteriza y reducir la migración irregular, sin descuidar la promoción de la prosperidad compartida mediante el comercio y la inversión. Rubio destacó que la relación con México es vital para abordar estos desafíos y llamó a trabajar coordinadamente para mejorar la infraestructura y los servicios en la frontera.

El comunicado señala que los dos gobiernos acordaron seguir dialogando sobre medidas conjuntas para atacar las raíces del tráfico de drogas y armas y proteger a las comunidades de ambas naciones. Asimismo, reiteraron su compromiso de impulsar políticas económicas que beneficien a ciudadanos y empresas en los dos lados de la frontera. Se puso énfasis en que la cooperación bilateral es indispensable para la estabilidad regional y el crecimiento económico.

La reunión se enmarca en los esfuerzos binacionales para reducir la violencia generada por los cárteles y mejorar la seguridad en la región. El Departamento de Estado concluyó que la alianza entre Estados Unidos y México sigue siendo una prioridad estratégica para la administración estadounidense, lo cual implica mantener un diálogo constante y acciones coordinadas a largo plazo.