Celebración del Día de Muertos atrae a más de un millón y medio de visitantes

El tradicional Día de Muertos se vive con fervor en todo México y atrae a más de 1.6 millones de viajeros dispuestos a experimentar una fiesta que combina herencia prehispánica y católica. Ofrendas coloridas, decoradas con calaveras de azúcar, velas y flores de cempasúchil, adornan plazas y hogares, guiando las almas de seres queridos hacia el mundo de los vivos. La secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, destacó que esta celebración “es única en el mundo y demuestra la riqueza cultural que une a nuestras familias”.

Las actividades oficiales incluyen desfiles espectaculares en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, además de celebraciones multitudinarias en Oaxaca y Pátzcuaro. En el norte del país, estados como Nuevo León y Chihuahua organizan ferias artesanales y convivios comunitarios, mientras que las zonas costeras preparan festivales con música y danza tradicional. Esta diversidad de eventos permite que turistas de todas las edades encuentren espacios para participar en la tradición.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció al Día de Muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que ha incrementado su proyección a nivel internacional. Hoteleros reportan niveles de ocupación superiores al 90 %, y el sector restaurantero ofrece menús especiales que incluyen pan de muerto y platillos regionales. Las agencias de viaje han diseñado rutas temáticas para recorrer cementerios históricos y talleres de artesanos.

Turistas nacionales y extranjeros coinciden en que la festividad permite conectar con una parte profunda de la identidad mexicana. Las ofrendas se complementan con historias contadas por los habitantes, que comparten la memoria de sus antepasados. La economía local se ve beneficiada por la venta de artesanías, flores y gastronomía, generando una derrama económica sustancial para pequeños productores.