
Islas Privadas: ¿La Solución al Turismo de Masas?
El turismo de masas está generando cada vez más tensiones en destinos populares como Barcelona, Venecia o Ámsterdam, donde las protestas locales reflejan la incomodidad con el constante flujo de visitantes. Frente a este desafío, la industria del turismo ha encontrado en las islas privadas una posible solución, ofreciendo a los turistas una experiencia exclusiva y aislada.
Un Boom en las Ventas de Islas Privadas
Desde la pandemia de COVID-19, la demanda de islas privadas ha crecido considerablemente. Chris Krolow, fundador y director ejecutivo de Private Islands Inc., ha visto cómo las ventas de islas han "despegado". Su empresa, con sede en Canadá, cuenta con alrededor de 600 islas a la venta, con precios que oscilan desde los 23.700 euros en Cayo Largo, Belice, hasta los 160 millones de dólares por la isla Rang Yai en Tailandia.
Aunque la adquisición de una isla privada puede parecer un sueño, Krolow advierte que los compradores deben estar preparados para asumir los elevados costos de mantenimiento y operación. Estos incluyen suministros, personal, transporte, y posibles reformas para garantizar que la isla sea habitable y funcional.
Empresas de Viajes Apuestan por Islas Privadas
Las grandes compañías de viajes, como las líneas de cruceros y cadenas hoteleras, están invirtiendo en islas privadas para ofrecer a sus clientes experiencias controladas y exclusivas. Royal Caribbean, por ejemplo, ha invertido 250 millones de dólares en su isla privada CocoCay en las Bahamas y gestiona otros complejos en Haití y Vanuatu. Estas inversiones permiten a las empresas ofrecer un servicio integral, manteniendo a los turistas lejos de destinos sobrepoblados y asegurando un alto estándar de calidad en las visitas.
Desde 2019, las empresas de cruceros han invertido cerca de 1.400 millones de euros en islas y complejos turísticos en el Caribe, supervisando al menos 15 islas y playas privadas que cubren más de 2.100 hectáreas en países como Bahamas, Belice, República Dominicana, Haití y México.
Un Lujo Reservado para Pocos
Para los viajeros más adinerados, la exclusividad es clave. Fischer Travel, una empresa familiar con sede en Nueva York, ha visto un aumento en la demanda de escapadas a islas privadas. Los clientes de esta firma están dispuestos a pagar tarifas iniciales de 135.465 euros, además de cuotas anuales, para acceder a estas experiencias únicas. Destinos como las Islas Vírgenes Británicas y las Bahamas son particularmente populares debido a su fácil acceso desde ciudades como Nueva York.
Los Retos de Poseer una Isla Privada
Sin embargo, gestionar una isla privada no es todo lujo y comodidad. El aislamiento implica desafíos logísticos, como el suministro de agua, electricidad, alimentos y servicios médicos. Además, las restricciones legales en muchos países limitan la venta de islas a extranjeros, lo que complica aún más la adquisición de estos paraísos.
Queda por ver si la tendencia hacia las islas privadas logrará aliviar la presión sobre destinos turísticos saturados. Por ahora, representan una opción exclusiva y atractiva para aquellos que buscan evitar las multitudes, aunque con un costo considerable.
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