La ruta del tren Chihuahua-Pacífico o mejor conocido como el Chepe es uno de los recorridos más espectaculares que vale la pena realizar en invierno, por su paisaje blanco tan fuera de serie.
Este pasado martes se cumplieron 80 años de que fuera inaugurado oficialmente el puente del ferrocarril que se ubica sobre el cauce del río San Pedro, obra realizada por el ingeniero Jaime Monterrubio Ruiz y cuya fecha se marca un 14 de agosto de 1938.
¿Qué nos lleva a movernos? ¿En qué parte de la historia el ADN del ser humano integró el deseo de conocer sitios distintos a los de su comunidad? Si bien los sedentarios dieron las primeras muestras de una civilización arraigada, los nómadas aportaron una esencia distinta a la conformación del entorno social.
Sin lugar a dudas, los tiempos son distintos. Una era muy distinta es la que vivimos ahora en comparación con una o dos décadas atrás, y esto queda retratado en el turismo, esa actividad que precisamente dejó de ser esto para convertirse en un sustento de vida.
El turismo ha cambiado, los sitios icónicos de un lugar ya no son visitados, actualmente son vividos y generan experiencias para quienes los recorren.
“Se ha convertido en uno de los principales actores del comercio internacional y representa al mismo tiempo una de las principales fuentes de ingresos de numerosos países en desarrollo”, expone la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Hoy en día, los sitios turísticos demandan una interacción y un dinamismo con sus turistas, y es en esta vertiente en donde Chihuahua busca ser un estado pionero.
Quizá en esta entidad no existan las zonas arqueológicas de la Mesoamérica o las playas del Pacífico; no obstante, el encanto es latente y vibrante en cada rincón de Chihuahua, en su Sierra, su desierto, sus ríos y lagos, sus construcciones repletas de historia y recuerdos que forjaron la estirpe de su gente.
Es en esta época en donde se camina hacia un turismo sustentable, hacia una actividad que genere un efecto ganar-ganar, es decir, que exista un beneficio mutuo entre quien brinda el servicio y quien lo aprovecha.
Por lo anterior, en el estado esta modernización está cada vez más próxima, y para ello necesita de su gente. La historia y la magia están por todos los rincones, ahora es el turno de los chihuahuenses de darles a estos últimos el lugar y el brillo que les corresponden.
En esta nueva era, en donde la tecnología y lo digital nos rodean, la información es tan útil como el aire que respiramos y es tan necesaria como el aprovechamiento de un recurso tan esencial en la vida del ser humano: el turismo.
En el municipio de San Francisco de Conchos, se tiene un lugar que es muy conocido en el norte del país y que lleva el mote de Lago Colina, siendo éste el nombre que se quedó a través de los años, cuando su nombre verdadero es el Lago León.