Skip to main content

La CFE

La nacionalización de industria eléctrica, fue un hecho histórico que, a la par que la expropiación petrolera, transformó la vida de los mexicanos. Ahora amenaza con darnos otra transformación con la iniciativa de AMLO y la 4T.


Volvamos: Fue una acción del entonces presidente, Adolfo López Mateos, para procurar que fuese asequible a todos, ya que en ese tiempo sólo el 44% tenía el servicio por el alto costo.
La gente vivía en la penumbra o a media luz, con velas y quinqués ( nosotros de niño en casa de la abuela Simona) de petróleo.
Los precios se imponían arbitrariamente a los consumidores.
La CFE fue creada el 14 de agosto de 1937, con el objetivo de organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, sin propósitos de lucro en beneficio del interés general.
Sin embargo, la realidad de nuestra condición humana seimpuso y la ambición y corrupción propició que monopolios extranjeros siguieran comprando electricidad a la empresa a precios bajos y revenderla. Desde su creación hasta 1960, la relación entre el precio de compra a la CFE y el precio al que revendían llegó a ser de 4 a 1.
La gente consiente del abuso salió a la protesta social, dando lugar al renacimiento, entonces apagado o reprimido, de las “Ligas de Consumidores Domésticos” que desde los años cuarenta se movilizaban para exigir su nacionalización.
Como nota adicional, se comenta que El PAN fue el único partido que rechazó la nacionalización de la industria eléctrica 1*
En octubre 21 de 1960, Adolfo López Mateos, envió la iniciativa de ley para agregar en el párrafo sexto del artículo 27 constitucional; en el que está inscrito desde 1917, cuando se dio la asamblea constituyente, que el dominio es inalienable e imprescriptible a la Nación sobre sus recursos naturales, para quedar adicionado con lo siguiente: “Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público”.
Luego nuestro comportamiento histórico acercó, otra vez, corrupción, que aparece y propicia en la CFE una descomposición que la convierte en un organismo público apoyador del proceso de acumulación capitalista a través de tarifas industriales y comerciales subsidiadas (paternalismo puro con subsidios populares y bajos precios a empresarios consentidos) solapados por Francisco Pérez Ríos, secretario general del SUTERM y toda la pléyade ( no de literatura o arte) sino de líderes corruptos que le sucedieron.
Esa corrupción y los enormes ingresos que genera condujeron a los políticos a procurar un mayor control en la CFE y tomaron la decisión de privatizarla a futuro, como pretendieron los dos últimos presidentes; primero, el gobierno de Felipe Calderón en octubre 11 de 2009, decide sacar de la jugada a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro mediante un proceso de extinción liquidación, que no ha concluido, pero que envió al desempleo a 44 mil trabajadores electricistas.
Aquella estrategia consistió en obligarla (CLYFC) a comprar la electricidad a la CFE a precios por encima de lo que cobraba a consumidores en su área de influencia, lo que llevó a la empresa a una deuda impagable de más de 20 mmdd, tomada como pretexto para desaparecer la empresa, pasando todo a la CFE.
Después Peña Nieto abre más la participación de empresas en la producción de energías limpias, siguiendo con el plan original de privatizarla, pero no lo lograron.
Ahora, la reforma que se pretende busca regresar al estado el control de la CFE para librarse de la competencia generada por las acciones de concesión a particulares para producir energías limpias y competir con la CFE.
De entrada suena bien, pero el tema es que la CFE como organización Empresarial del estado nunca ha sido bien administrada y sus números eternamente son deficitarios al igual que los de PEMEX. Y lo peor es que, para lograr retornar al pasado, está recuperando su capacidad de producción utilizando combustibles que contaminan en termoeléctricas que ya estaban cerradas y obsoletas. Corremos el peligro de regresar al país a épocas o décadas superadas en cuento a la contaminación ambiental. Por otro lado la CFE produce la energía a mayor precio que las compañías autorizadas hasta la fecha, y la deficiencia es por la enorme carga laboral y por que siempre ha sido la caja chica del gobierno en turno -la grande es Pemex- por lo que si pretenden dar más barata la luz tendría que ser vía subsidios del gobierno, lo cual redunda en su pésima situación económica de siempre.
El monopolio no es viable hoy en día porque el consumidor sabe que la competencia ayuda en los precios.
En México vamos a contracorriente del mundo que se esmera en producir energías limpias, dejando fuera los parques eólicos porque “afean el paisaje” como dijo el presidente AMLO, por supuesto se contempla prohibir la
colocación de paneles solares.
La ley no podrá ser retroactiva -si pasa- pero al prohibirla poco a poco desaparecerán los qué hay.
La energía vía hidroeléctricas está desmantelada, por lo que tampoco es opción.
Se argumenta que los ricos, que una tienda como Walmart o los cocos pagan recibos de luz muy bajos, es cierto, pero la razón es que tienen instalados los paneles solares y entregan la energía a la CFE, de ahí que sólo pagan el diferencial. Claro que eso no se lo dicen a la gente.
Bajar los precios de la Luz y el gas no será posible sin los subsidios porque la CFE y PEMEX tienen contratos colectivos muy onerosos que propician producir los combustibles a mayores precios.
La decisión debe ser por mayoría calificada, o sea dos tercios de las cámaras, el presidente no cuenta con esos votos pero su esperanza está en lograr sumar al PRI o a una parte de ellos. El PAN va en contra (revisar el 1*) el PRD va en contra, el PRI dice que la van a pensar, MC también dice que está revisando opciones.
Usted podrá tener una mejor opinión, pero yo creo que ese tema regresa al país a épocas superadas y nos meterá en problemas con el TEMEC. Los Estados Unidos no se quedarán de brazos cruzados cuando vean la afectación de sus inversiones en México. Así que si pasa la reforma vendrán las represalias.
Esperemos para saber qué pasa al fin de este periclo*2 de la historia moderna.

*2 Sustantivo masculino. Este término ya es de uso obsoleto, pero se refiere a una situación, coyuntura o circunstancia en la que existe la perspicacia, amenaza de una desgracia, infortunio, contratiempo o riesgo.

  • Creado el
  • Visto: 312