
Dar nueva vida al agua: el desafío de regenerar aguas residuales para la agricultura
Los avances tecnológicos para regenerar aguas residuales ya son una realidad funcional. Sin embargo, lograr su adopción masiva depende del compromiso firme de las administraciones públicas, el sector agrícola y la ciudadanía. En un contexto global cada vez más afectado por la escasez de agua, reutilizar este recurso se perfila como una estrategia esencial para garantizar la sostenibilidad futura.
Europa enfrenta una creciente falta de agua que va más allá de las sequías esporádicas. La combinación de una demanda creciente, una gestión ineficaz y los efectos del cambio climático amenaza directamente sectores como la agricultura, que en países como España, Italia, Chipre y Grecia representa hasta el 60 % del consumo total de agua. En respuesta, la reutilización de aguas residuales tratadas —el llamado "agua regenerada"— ha cobrado protagonismo en las políticas ambientales europeas, ofreciendo una opción segura para el riego agrícola tras someterse a procesos de depuración avanzada.
La normativa europea, como el Reglamento (UE) 2020/741 y la Directiva (UE) 2024/3019, establece requisitos específicos para la calidad del agua regenerada y la eliminación de microcontaminantes, promoviendo tratamientos más sostenibles y el uso de energías renovables en las estaciones de depuración. El objetivo es evolucionar las actuales EDAR en modernas ERAR, más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
En este campo, la Universidad de Almería, a través del Centro de Investigación en Energía Solar (CIESOL), lleva más de una década investigando tecnologías como el proceso foto-Fenton solar. Este sistema aprovecha la energía solar para generar radicales hidroxilo que eliminan patógenos y microcontaminantes sin residuos peligrosos, usando reactores de bajo costo tipo 'raceway' instalados en diversas EDAR de la región. Estos métodos han logrado eliminar más del 70 % de los microcontaminantes y producir agua apta para cultivos que no están en contacto directo con el agua regenerada.
La innovación no se detiene ahí. También se desarrolla la técnica cloro-foto-Fenton, que combina desinfección con hipoclorito sódico y el proceso solar, mejorando los tiempos de tratamiento sin producir subproductos tóxicos. Además, la combinación de microalgas con el foto-Fenton permite no solo purificar el agua, sino también producir biomasa aprovechable, logrando eliminar más del 90 % de los contaminantes y obteniendo agua de calidad clase A, la más alta exigida.
Para zonas con baja radiación solar o para asegurar tratamientos continuos, se exploran alternativas como la iluminación LED ajustada para maximizar la eficiencia de los procesos, complementada con sistemas de energía solar y almacenamiento en baterías. La automatización y el control de estos sistemas también son áreas prioritarias para garantizar la calidad del agua regenerada de manera constante.
Las herramientas existen y han demostrado su eficacia. Lo que ahora se necesita con urgencia es una colaboración decidida para impulsar su uso y construir un futuro hídrico más sostenible.
Fuente: Universidad de Almería.
- Creado el
- Visto: 132