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Ola de calor pone a prueba la resiliencia del sistema eléctrico nacional

En medio de una intensa ola de calor que azota gran parte del territorio mexicano, el suministro de energía eléctrica se ha visto severamente comprometido, provocando apagones intermitentes y dejando a numerosas comunidades sin acceso al agua potable. Autoridades advierten que esta situación podría prolongarse hasta el próximo domingo, mientras se buscan soluciones para aliviar la alta demanda energética.

La crisis energética, desatada por las elevadas temperaturas y el consiguiente aumento en el consumo de electricidad para aires acondicionados y sistemas de enfriamiento, ha puesto en jaque al sistema eléctrico nacional. En estados como Chihuahua, Durango, Querétaro, Tamaulipas y Zacatecas, localidades enteras se han quedado sin agua debido a que el apagón del martes dañó los sistemas de bombeo de agua potable y de riego.

En la capital chihuahuense, Alán Falomir, director ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, informó que 34 pozos se quedaron sin luz por más de dos horas, lo que provocará en los próximos días que 81 colonias enfrenten una baja de presión o la suspensión total del suministro de agua. Falomir advirtió que el fallo eléctrico del martes es solo uno de los muchos que han ocurrido durante el año.

Víctor Ramírez, especialista del sector energético, explicó que las alertas emitidas por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) son para advertir que el consumo de energía se está acercando al nivel límite de reserva para satisfacer la demanda. El martes pasado, a las 17:04 horas, el organismo declaró un estado operativo de emergencia, lo que desencadenó los apagones en al menos 20 estados del país.

La alta demanda de energía eléctrica, impulsada por las altas temperaturas y el uso excesivo de aires acondicionados y sistemas de enfriamiento, ha puesto en evidencia la falta de inversión en materia energética durante este sexenio. Gonzalo Monroy, experto en materia energética y director general de la consultora GMEC, señaló que durante este periodo, la demanda eléctrica en el país creció a un ritmo del 2 por ciento anual, pero la transmisión creció apenas en un 0.1%.

A esta situación se suma la política energética restrictiva impuesta por la actual administración, que ha limitado la inversión privada, principalmente en plantas de energías renovables, desperdiciando así 9 mil megawatts de capacidad instalada.

Mientras las autoridades buscan soluciones a corto plazo, como los apagones rotativos implementados el martes para evitar una afectación generalizada y de larga duración, la crisis energética ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de inversión y planificación a largo plazo en el sector energético mexicano.

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