Autoridades estadounidenses investigan ataque contra miembros de la Guardia Nacional

Un hombre de origen afgano fue detenido tras ser acusado de disparar a dos miembros de la Guardia Nacional cerca del Capitolio de Estados Unidos. Fuentes oficiales indicaron que el individuo había recibido asilo a través de un programa de reubicación para aliados afganos. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, explicó que las primeras indagatorias muestran que el sospechoso se radicalizó dentro del país y que se rastrean sus contactos locales.

La investigación fue asumida por la Fiscalía General, que estudia la posible imputación por terrorismo. La fiscal general Pamela Bondi declaró que el atacante «no debería haber estado en el país» y señaló que se analizaban cargos por homicidio y actos de terrorismo. De acuerdo con las autoridades, los guardias heridos recibieron atención médica inmediata y se encontraban fuera de peligro.

El caso ha reavivado el debate sobre los controles en los procesos de asilo y la vigilancia a beneficiarios de programas de reubicación. Responsables del Departamento de Seguridad Nacional confirmaron que revisarán los protocolos a raíz del incidente. Varias organizaciones de veteranos solicitaron no estigmatizar a los refugiados y distinguir entre actos individuales y la comunidad migrante.

Analistas consultados por medios internacionales destacaron que, si bien los actos violentos son aislados, generan preocupación en un contexto de polarización política. Expertos en seguridad coincidieron en la necesidad de reforzar los mecanismos de integración y monitoreo para prevenir futuros ataques sin cerrar las puertas a quienes huyen de la violencia.