Crece debate sobre una posible burbuja de inteligencia artificial en mercados financieros

El vertiginoso crecimiento de las inversiones en inteligencia artificial alimentó un intenso debate entre analistas y reguladores sobre la posibilidad de una burbuja especulativa. Una encuesta de BofA Global Research revela que 54 % de los inversionistas considera que las acciones vinculadas a la IA se encuentran sobrevaloradas, mientras que 38 % opina lo contrario. La preocupación ha llevado al Banco de Inglaterra a advertir que un cambio brusco en el ánimo de los mercados podría provocar una corrección severa en los precios, con potenciales efectos en el sistema financiero.

En un foro reciente, el responsable de inversiones del fondo soberano de Singapur, Bryan Yeo, reconoció que existe cierto “hype” en las empresas emergentes de IA, donde los inversionistas valoran a compañías con ingresos limitados a múltiplos muy elevados. Jeff Bezos, fundador de Amazon, apuntó que en tiempos de euforia cualquier proyecto con la etiqueta de inteligencia artificial obtiene financiamiento y que resulta difícil separar las buenas ideas de las malas. Aun así, algunos economistas aseguran que el boom actual no está financiado con deuda y que, de ocurrir una corrección, el impacto no sería sistémico sino acotado a los accionistas.

La inversión masiva en infraestructura de datos y centros de cómputo se sustenta en una demanda real de servicios y no solo en expectativas. Desde esta óptica, la clave está en identificar qué empresas cuentan con ventajas competitivas sostenibles y cuáles simplemente se aprovechan de la moda tecnológica. El reto para los inversionistas consiste en mantener una visión de largo plazo y no dejarse llevar por fluctuaciones diarias del mercado.

Reguladores financieros siguen de cerca el fenómeno y evalúan medidas preventivas para evitar desequilibrios. Se ha planteado la posibilidad de exigir mayor transparencia a las startups de IA y de monitorizar la concentración de capital en ciertos sectores. Mientras continúa la discusión, el entusiasmo por las aplicaciones de inteligencia artificial se mantiene alto, impulsado por el potencial que estas tecnologías representan para transformar industrias enteras.