Huracán Melissa se fortalece y pone en alerta máxima a Jamaica y la Española
El 25 de octubre el Caribe amaneció en estado de vigilancia. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos reportó que la tormenta tropical Melissa se había transformado en huracán y que, según los modelos, alcanzaría al menos categoría 4 en su recorrido. A las 11 de la mañana, su centro se ubicaba a unos 209 kilómetros al sureste de Kingston, Jamaica, con vientos sostenidos de más de 200 km/h y una ruta proyectada hacia la isla Hispaniola. El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, habló en cadena nacional exhortando a la población a prepararse, abastecerse y evacuar las zonas bajas.
Las autoridades jamaicanas no sólo anticipan vientos destructivos; temen que las lluvias provoquen inundaciones catastróficas y deslizamientos de tierra. Los pescadores de Port Antonio amarraron sus embarcaciones y algunos comentaron que no habían visto un mar tan bravo desde el huracán Gilbert en 1988. Organizaciones de rescate internacional se preparaban para enviar ayuda, mientras que en República Dominicana y Haití se activaron protocolos de emergencia y se habilitaron refugios provisionales.
Durante las conferencias de prensa, meteorólogos reiteraron que Melissa se mueve lentamente, lo que aumenta el riesgo de acumulaciones de agua y marejadas ciclónicas “potencialmente mortales” en las costas. En Hispaniola, la vulnerabilidad es mayor por la deforestación; ambientalistas dominicanos recordaron que los ríos ya venían crecidos por lluvias anteriores.
La comunidad internacional observa con preocupación el avance de Melissa. El 25 de octubre sirvió para afinar planes de respuesta y sacar las lecciones que dejaron huracanes pasados. El Caribe está acostumbrado a estos desafíos, pero la intensidad de la temporada 2025 obliga a repensar la resiliencia y la adaptación climática en la región.
- Creado el
- Visto: 26