
De Colosio a Teuchitlán: vínculos criminales y conspiraciones históricas
En una reciente declaración, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, expuso los hallazgos sobre el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, describiéndolo como un centro de reclutamiento forzado, entrenamiento y exterminio vinculado al crimen organizado. En este lugar, personas eran obligadas a unirse a actividades delictivas y, de negarse, eran torturadas o asesinadas.
Paralelamente, en el contexto político, se destacó la creciente figura de Luis Donaldo Colosio Riojas, cuyo nombre comienza a posicionarse como posible candidato presidencial para 2030. Esta noticia coincidió con el aniversario del asesinato de su padre, Luis Donaldo Colosio, un hecho que marcó un hito en la historia política del país.
El asesinato de Colosio sigue rodeado de incertidumbre. Investigaciones han revelado conexiones entre el autor material del crimen, Mario Aburto, y una banda criminal llamada "Los Texas", integrada por narcotraficantes de Tamaulipas que operaban bajo la protección de figuras como Guillermo González Calderoni. Esta organización, encabezada por Arturo y Guillermo Martínez Herrera, se hacía llamar "Caballeros Águila", título que curiosamente también usaba Aburto en sus escritos personales.
Los Texas fueron vinculados con el Cártel del Golfo y participaron en diversos actos violentos, incluido el intento de asesinato de Amado Carrillo Fuentes y el homicidio de un comandante de la Policía Judicial Federal en 1994. Además, uno de sus miembros, Carmelo Herrera, fue identificado como el primer sicario contratado para asesinar a José Francisco Ruiz Massieu, aunque finalmente no concretó el crimen.
La historia, llena de intrigas y conexiones criminales, sigue dejando interrogantes sobre el papel de estas organizaciones en la desestabilización política de México durante los años 90.
Fuente: Excélsior
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