
México enfrenta desafíos para garantizar su participación en el Mundial 2026
El próximo Mundial de 2026, que se celebrará en México, Canadá y Estados Unidos, podría enfrentar modificaciones importantes debido a tensiones políticas y logísticas, principalmente impulsadas por la influencia del expresidente estadounidense Donald Trump.
Desde que Norteamérica fue elegida como sede del torneo en 2018, Trump ha mostrado interés en asumir un rol protagónico en la organización del evento. Recientemente, se autodesignó presidente del comité encargado de preparar tanto el Mundial de Clubes 2025 como el Mundial de 2026, destacando que su objetivo será garantizar la seguridad y maximizar los ingresos de ambos eventos. Esta creciente influencia ha generado inquietud en torno a la distribución de partidos, ya que el 75% de los encuentros ya están programados en territorio estadounidense.
Para evitar que México y Canadá pierdan sus sedes, el gobierno mexicano debe cumplir de forma rigurosa con los compromisos adquiridos con la FIFA desde 2017, que incluyen temas de seguridad, visados y aspectos fiscales. Además, las ciudades anfitrionas —Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey— deben avanzar en sus respectivos preparativos. En especial, preocupan los retrasos en el metro de Monterrey y la contaminación en Cadereyta, así como los problemas de violencia que podrían afectar al Estadio Akron en Guadalajara.
El gobierno federal también deberá reforzar el cabildeo internacional, incluyendo la colaboración con empresas patrocinadoras clave de la FIFA, como Adidas, Coca-Cola y Visa, para garantizar que cualquier intento de Trump por trasladar sedes tenga un alto costo político y económico.
Fuente: El Universal
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