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El Taipei 101 desafía la furia de los terremotos con su ingeniería vanguardista

En un impresionante despliegue de ingeniería moderna, el emblemático Taipei 101, alguna vez el rascacielos más alto del mundo, ha demostrado su resistencia ante el poderoso terremoto de magnitud 7,4 que sacudió Taiwán el pasado miércoles. A pesar de la violenta sacudida, que dejó un saldo trágico de al menos diez fallecidos y 770 edificios dañados según la Agencia Nacional de Bomberos, el imponente rascacielos de 508 metros de altura en la capital permanece intacto, desafiando las fuerzas de la naturaleza.

Las impactantes imágenes del sismo muestran al gigante de concreto y acero balanceándose ligeramente, una hazaña que evidencia la genialidad de su diseño estructural. La clave de su resistencia radica en la flexibilidad del hormigón armado, un material que combina la fortaleza del hormigón con la resistencia del acero. Esta fusión le otorga al edificio la capacidad de moverse con las ondas sísmicas en lugar de oponerse a ellas, un principio milenario presente en la arquitectura tradicional de países propensos a terremotos en Asia oriental.

No obstante, el Taipei 101 no se limita a confiar en sus materiales de construcción. En lo alto de la torre, un innovador dispositivo conocido como amortiguador de masa sintonizado juega un papel crucial en su protección. Esta esfera de acero dorado de 660 toneladas suspendida entre los pisos 87 y 92 actúa como un gigantesco péndulo, contrarrestando los movimientos oscilantes del edificio. Cuando el rascacielos comienza a temblar, el amortiguador se balancea en dirección opuesta, absorbiendo la energía cinética y convirtiéndola en calor disipado por cilindros hidráulicos.

Sin embargo, el artilugio esférico no es el único responsable de la estabilidad del Taipei 101. El rascacielos se asienta sobre profundos cimientos de acero y hormigón armado perforados en la roca, mientras que su núcleo está conectado a una serie de "megacolumnas" perimetrales a través de enormes vigas de acero. Además, su diseño cumple con los estrictos códigos de construcción antisísmicos exigidos en una isla ubicada en el "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de intensa actividad sísmica y volcánica.

Aunque las simulaciones digitales y las pruebas en mesa vibratoria brindan una idea de su comportamiento ante terremotos, los expertos reconocen que aún hay aspectos físicos que no pueden replicarse por completo. "A pesar de nuestros avances tecnológicos, todavía estamos probando diseños en túneles de viento y mesas vibratorias", señala Stefan Al, autor de "Supertall: How the World's Tallest Buildings Are Reshaping Our Cities and Our Lives".

El Taipei 101 es un testimonio de la capacidad humana para desafiar las fuerzas de la naturaleza con la ingeniería más vanguardista. Su resistencia ante el reciente terremoto no es sólo un triunfo técnico, sino también un símbolo de resiliencia y determinación frente a los embates del planeta.

Créditos: CNN

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