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El alto el fuego en Líbano desata un nuevo conflicto en Siria, centrado en Alepo

Horas después de que entrara en vigor el alto el fuego entre Israel y Hezbolá en Líbano, las tensiones se trasladaron a Siria, donde grupos rebeldes, equipados con armas confiscadas a Hezbolá, han intensificado los ataques en la región de Alepo. Según informes de inteligencia, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y Hayat Tahrir al-Sham lideran una ofensiva que ya logró cortar la autopista estratégica entre Damasco y Alepo, debilitando al régimen de Bashar al Asad.

El resurgimiento de la violencia ha sido atribuido al suministro de armas israelíes a los rebeldes, incluidas piezas de artillería, misiles antitanque y equipos antiaéreos. Este apoyo, junto con las disputas históricas entre Israel y el régimen sirio, intensifica las tensiones en la región. Además, en algunos pueblos, los rebeldes han comenzado a retirar símbolos del gobierno sirio, marcando un giro significativo en el control territorial.

Israel consolida su posición internacional

El alto el fuego también tiene implicaciones políticas para Israel, que logró negociar condiciones favorables con varias potencias europeas, como Francia, al asegurar su abstención frente a órdenes de detención internacionales contra el primer ministro Benjamin Netanyahu. Este acuerdo no solo mejora la posición diplomática de Israel, sino que permite al país concentrar sus esfuerzos militares en Gaza, donde la situación humanitaria sigue siendo crítica y Hamás mantiene a 41 rehenes, incluyendo israelíes y estadounidenses.

Paralelamente, se especula que el presidente sirio Bashar al Asad viajó a Moscú en busca de apoyo frente a esta nueva escalada. Este movimiento refleja la creciente presión sobre Damasco, que históricamente ha contado con el respaldo de Rusia e Irán para sostener su régimen en medio de años de conflicto.

Francia y su papel en la región

El acuerdo en Líbano también destaca el rol de Francia como mediador histórico en Oriente Próximo. Aunque París inicialmente aceptó la orden de detención contra Netanyahu, se replegó en las horas previas al alto el fuego para garantizar su participación en el proceso. Este cambio subraya los intereses económicos y militares franceses en Líbano y su influencia en la región, que se mantiene desde la era colonial.

Con el alto el fuego en Líbano consolidado, las miradas se centran en Siria, donde el conflicto amenaza con escalar. Mientras tanto, Israel capitaliza la tregua para redirigir sus recursos hacia Gaza y reforzar su posición diplomática en un contexto geopolítico cada vez más complejo.

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